17.9.07

El edificio de Tente

Hace unos años, no tantos, pero los suficientes como para ser considerado un niño a efectos del mundo adulto, mi padre me tenía acostumbrado a largos paseos por la ciudad de Madrid que, si ahora me parecen largos, de pequeño se me hacían larguísimos.

Cuando la ruta de alguno de esos paseos pasaba por la calle Torrelaguna, siempre me quedaba mirando un buen rato el edificio que se levantaba en el número 75:

Sus grandes ventanas amarillas, que parecían piezas de plástico, y sus cubos de color verde Amper en la azotea llamaban poderosamente mi atención: yo lo llamaba el edificio de TENTE.

Se trataba del Centro de Investigación y Desarrollo y sede social de Amper, empresa fundada por Antonio Peral, y que acaba de celebrar su 50 aniversario, con cambio de identidad corporativa incluido.

Tan singular edificación fue inaugurada en el año 1975 para ser vendida a Urbis treinta años después por 31 millones de euros.

Hace poco más de un año empezaron unas tareas de "reforma y adecuación tecnológica del edificio". Al principio pensé que, por lo menos, se iban a respetar los ventanales amarillos tan característicos pero pasaban los días y, en efecto, la "reforma y adecuación" se había convertido en una demolición en toda regla. Lula, desde la privilegiada posición de su despacho, sabe bien de lo que hablo.

Una vista del edificio por su cara norte, abandonado ya por Amper, antes de ser derruido:


Ya no hay vuelta atrás. Y EXIN ya no fabricará más ventanas amarillas.





2 comentarios:

Lula Towanda dijo...

Cuando cruzo el puente de Torrelaguna y ya no veo al Amperio de amarillo siento que se ha perdido una seña de identidad del barrio de oficinas. Al edificio le han hecho una "mejoda".
Ahora se parece más al edificio vecino del INEM ¿por qué será?

Muxfin dijo...

Lo triste de estas empresas es que parece que se avergüencen de su pasado.